Los paisajes misteriosos de Gloria Alcahud están creados a partir de atmósferas irreales que invitan a la contemplación. Son los paisajes que le rodean día a día, paisajes sobre los que reflexiona profundamente para posteriormente plasmarlos en el lienzo. En sus inicios se percibe algún rasgo figurativo, que con el tiempo va desapareciendo dejando paso a la abstracción hasta lograr un estilo muy personal e inconfundible creado por medio de colores, texturas, veladuras… Aunque el color predominante es el azul, su paleta de colores es amplia, siempre armónica y bien matizada. Más fría en los comienzos, con los años añade elementos cálidos en las composiciones que la alejan de los paisajes más gélidos de la década de los noventa.