A los seis años se desplaza a Gijón, Asturias, hasta 1965 que viaja a Londres para residir allí dos años y trasladarse definitivamente a Madrid, donde reside en la actualidad. Allí presenta por primera vez su primer gran éxito y por el que recibe el primer premio de la X Bienal de Alejandría (1974) y de la XIV Bienal Internacional de São Paulo (1977), las “cajas-ambiente”, con influencias del arte pop (colores planos, repetición de figuras con distintos tratamientos).
En la década de los ochenta la silueta humana cobra un especial protagonismo en su obra. Sin abandonar totalmente la figuración, queda diluida por una técnica pictórica más cercana al expresionismo y más abstracta. En la década siguiente, grandes franjas bicolores recorren el fondo del lienzo recortando las formas y creando una sensación de nueva dimensión. Sin abandonar las sieluetas, ahora estas pasan a ser recortables, para terminar siendo fotografiadas y ampliadas a gran formato. Desde 2007 trabaja casi exclusivamente con fotografía digital.