Comienza su trayectoria como pintor, hacia 1954, influido por el estilo cubista inicialmente y por el expresionismo abstracto después. Tras acabar el servicio militar se traslada a París donde se dedica a pintar. En 1971 se integra en el Grupo Astur 71 junto a Fernando Alba, Alejandro Mieres, Manuel Arenas y María Antonia Salomé. Es en esa época cuando abandona la pintura para dedicarse a la escultura y alcanza una importante proyección internacional al participar en las ferias de arte de París (1976), Basilea (1977) y en la Bienal de Sao Paulo (1979).
En su trayectoria escultórica se pueden distinguir tres etapas, una inicial con esculturas de madera teñidas con anilinas negras, de apariencia más orgánica; una segunda etapa de artefactos de gran tamaño de carácter conceptual y su última etapa, con la que participa en la XV Bienal de Sao Paulo de 1979, denominada Madera + color, de carácter más abstracto, en el que una vez realizada la escultura en madera esta se somete a un proceso de pulido y teñido confiriéndole un acabado brillante de gran calidad que contrasta con la desnudez y las imperfecciones de la materia.