Esteban Tranche es pintor, escultor y grabador. Desde que finalizó sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de San Jorge de Barcelona y posteriormente en la Academia de Venecia hasta la actualidad, la obra de Esteban ha tenido una evolución muy coherente. Han sido muchas las influencias recibidas en su largo transcurrir, pero intentar encontrarlas en su pintura supondría una ardua y quizás infructuosa tarea. La suya es una obra tan personal que todo lo que haya aprehendido en el camino ha sido tamizado por su personal manera de representar las formas y colores.
A pesar de llevar toda una vida trabajando, las pinturas de Tranche siguen destilando juventud y frescura. El artista nos presenta unas obras generosas en expresión, movimiento, orden y color. Su dominio de la paleta es excelente. El color continúa siendo uno de los tres pilares sobre los que se asientan sus trabajos, junto a la línea y el espacio. Sus obras son tan luminosas como el espacio donde se crean y los pigmentos tan frescos y vibrantes como en sus inicios. La composición se configura desde la tradición clásica, ordenada por la línea y la mancha. La línea como contenedor del color y expresión del movimiento; el color como línea delimitadora y mancha constante; y el valor expresivo del espacio, como elemento indispensable de la composición, sobre el que gravitan las ahora diluidas figuras en una agitación incesante.