Es innegable que las actividades culturales como sector económico tienen una notable incidencia en el PIB, generan empleo y que son también un motor de otros sectores económicos, especialmente el turismo. A nivel territorial, en los estudios de impacto económico se ha evidenciado que estas pueden contribuir a la economía de un territorio en varios sentidos: En primer lugar, porque son también actividades económicas, generadoras de renta y ocupación. En segundo lugar, porque pueden favorecer decisiones de localización en el territorio para otras actividades económicas o de profesiones cualificadas.

Cualquier modelo de gestión se debe basar en el análisis de las particularidades políticas y sociales de las diferentes zonas geográficas, es vital estar informado de cambios políticos y sociales que se vayan sucediendo. Las premisas esenciales de los proyectos exitosos en el mundo rural son el compromiso con el lugar y su cultura, el conocimiento de las necesidades y potenciales locales, y el coraje para superar los desafíos a través de soluciones creativas buscadas junto con la población local. Escuchar las voces locales y buscar soluciones a medida está en el corazón de las prácticas rurales viables, aquellas que tienen como objetivo lograr llegar a todos en la aldea y cocrear relevancia y significado.

En torno a estas ideas tuvo lugar la conversación en El 8 de Serranos con Alipio García de Celis, profesor de Geografía en la Universidad de Valladolid, Natalia Castro Nicolás, Gestora de la Reserva de la Biosfera de Omaña y Luna y Responsable para la UNESCO de la Red Mundial de Reservas de Biosfera de Montaña y Bettina Geisselmann, artista y miembro fundador del Colectivo de arte contemporáneo Néxodos.

Fecha: 30/11/2023.

Horario: 20:00 h.