Nace en San Sebastián y con 9 años se traslada con su familia a Madrid. Comienza a trabajar en el estudio de arquitectura de su padre, y se forma en el arte de vanguardia. Conoce al pintor Daniel Vázquez Díaz en la Escuela Superior de Pintura durante sus estudios. Amplía su formación en Francia, Italia e Inglaterra donde tiene oportunidad de conocer las obras de los maestros de primera mano.
Hacia 1942, y bajo la influencia de Benjamín Palencia, se integra en la segunda Escuela de Vallecas, grupo que sirve de base en los cincuenta a la denominada Escuela de Madrid, de la que es fundador. En esa etapa evoluciona del cubismo inicial a un realismo expresivo, donde las figuras de formas rotundas son las protagonistas, personajes caricaturizados para realzar su sordidez. Su trazo suelto y denso, y la paleta de colores vivos llenan de movimiento sus obras.
Desarrolla también una importante labor en el arte del grabado y como ilustrador de libros. En 1983 funda la Escuela de Pintores Figurativos de El Escorial, cuya sede en Madrid sigue dirigiendo.