“¿Han observado que, en tales condiciones, «uno» no lo «mira» más? Para que el paisaje cuente, hay que limitarlo, dimensionar mediante una decisión radical [lineal]: hacer desaparecer los horizontes levantando muros y descubrirlos en puntos estratégicos, por interrupción del muro”1… Lo llamarán encuadre. En [chroma]paisaje el paisaje visible, originariamente amplio y disperso, se transforma en encuadre acotado y focalizado… delimitado.
[chroma]paisaje está compuesto por un conjunto de piezas bordadas a mano, inspiradas y afectadas por la falta de nitidez de la línea de horizonte que cae bajo la mirada de su creadora, formas brumosas sin contornos ni relieves, acuosas, flotantes, con atributos oníricos, y esa manera de convertir un grano de luz en un destello… una interpretación a color basada en la observación de una miope no corregida.
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1 Una pequeña casa, Le Corbusier; Ediciones Infinito, Buenos Aires, Argentina (2005).